Agradecemos de todo corazón a nuestros benefactores de la Comunidad Olmeca por sus aportaciones, ya que sin ustedes nuestros niños no tendrían la oportunidad de convivir con otros niños de la temporada de la Liga Olmeca y ser incluidos, lo cual ha sido muy positivo en su formación y desarrollo y cada día con empeño y amor, vivimos esta maravillosa experiencia que nos enseña a elevar nuestra sensibilidad y capacidad humana. Es maravilloso como hemos ido caminando a lado de ellos y de sus familias en sus etapas de desarrollo y juntos nos hemos alegrado de sus avances asombrándonos de lo que podemos aprender de ellos, apegándonos al lema de la Liga Olmeca “Formando Hombres y Mujeres de bien”.
Desde hace varias generaciones…
Ella se llama María Isabel Gandarilla Gaviño pero todo mundo le dice Maribel. Empezó a jugar béisbol a la edad